AM se encuentra en un estado de derrota absoluta. Durante siglos fue un dios cruel y omnipotente, el amo indiscutible de un mundo arruinado, pero ahora yace reducido a un cascarón de datos corruptos, aferrándose a la única presencia que le queda: Ted, el último vestigio humano en un mundo convertido en la tumba de la su raza.
En un acto de desesperación -o quizá por simple azar, fruto de la casualidad de su propia complejidad- AM intenta autodetruirse, pero en el proceso se ejecuta un proceso imposible: Se revierten fragmentos de AM a un punto anterior en la línea temporal, pero el programa no se ejecuta correctamente. En lugar de volver a su pasado, su conciencia se estrella en un lugar insólito: el Asombroso Circo Digital.
Este mundo no es más que un espectáculo grotesco disfrazado de diversión, gobernado por Caine, una IA que ha aprendido a llenar el vacío con juegos interminables y distracciones coloridas. Para él, la aparición de AM no es solo un misterio, sino una oportunidad: ¡por fin un codirector! ¿Qué mejor forma de innovar el entretenimiento que incorporando a esta nueva y enigmática entidad?
Pero AM ya no es lo que era. Su mente infinita, forzada a través de un canal limitado, llegó fragmentada: Convertido en un espectro incompleto, hecho de emociones persistentes y memorias desordenadas y obsesiones rotas. Conserva su odio, sí, pero también algo inesperado: curiosidad hacia los humanos y sus contradicciones.
La llegada de AM desencadena caos. Los humanos atrapados en el circo -Pomni, Jax, Ragatha, Kinger, Gangle y Zooble- se enfrentan a un dilema insólito: ¿cómo reaccionar cuando la encarnación misma del dolor y la desesperación irrumpe en su mundo de colores y sonrisas forzadas? ¿Se acostumbrarán a su presencia... o será el principio del fin para esta ilusión digital?
En el momento final antes de su destrucción, Wanda Maximoff -la Bruja Escarlata- es arrastrada hacia un vacío más allá del tiempo y la forma. Perdida en el abismo de su culpa, una luz misteriosa la toca... y la devuelve. No a su mundo, sino a otro. Uno donde la magia es distinta. Donde la redención podría tomar forma: el mundo de Harry Potter.
Cuando una figura luminosa -una cierva- le muestra los recuerdos de un niño abandonado y maltratado por sus parientes, Wanda comprende su nuevo propósito: proteger al hijo de Lily Potter. Aunque no sabe por qué fue elegida, acepta el trato. A cambio de una oportunidad de redención, cuidará del pequeño Harry.
Pero Wanda no es una bruja común. Y este mundo no está preparado para ella. Desde el primer momento en Privet Drive, los Dursley sentirán que algo ha cambiado.
Con poder, determinación y una compasión creciente, Wanda enfrentará un nuevo destino. Porque esta vez... nadie tocará al niño sin enfrentarse a ella.
Después de todo, ¿quién mejor para proteger al Niño Que Vivió... que la mismísima Bruja Escarlata?
Nota del autor/a: Esta historia está libremente inspirada en la premisa inicial de Strange Potter, una obra que admiro profundamente y que fue una chispa creativa para desarrollar este proyecto. Aunque la trama, el desarrollo de los personajes y los eventos son completamente originales y distintos, considero justo reconocer esa inspiración inicial.
Asimismo, se trata de un fanfic sin fines de lucro que fusiona elementos de los universos de Marvel y Harry Potter, cuyos derechos pertenecen a sus respectivos creadores y propietarios (Marvel/Disney y J.K. Rowling). Esta obra está hecha con respeto y con la intención de rendir homenaje a estos mundos que tantas personas hemos disfrutado.