Esta es una historia de amor, sí, de amor. ¿Pero qué es el amor? ¿Se puede describir con palabras? ¿Entender con ideas? ¿Comprender con acciones? Diana está perdida, envuelta en una realidad que la ahoga, sin otra salida más que la de seguir adelante. El recuerdo de su abuela es el soplo fresco que le permite respirar, pero hay veces que siente que es demasiado. Que todo es demasiado y que nada es suficiente. Tiene miedos e inseguridades; miedo a enfrentarse a sí misma e inseguridad al mirarse al espejo.
Esta es la historia de un viaje. Esta es la historia de su viaje. Su periplo. Su odisea. El viaje más peligroso y necesario que puede hacer una persona: el de conocerse a uno mismo. ¿Hasta qué punto se puede huir del presente? ¿Hasta qué punto se puede evitar una realidad? ¿Hasta qué punto puedes seguir adelante cuándo tienes todo en contra?
¿Puedes amar ignorando quién eres?
Esta es una historia de amor, sí, de amor. Pero más que eso, es una historia sobre lo que puede llegar a hacer el amor. Está en todas partes y aun así no lo solemos reconocer. Hay veces que es la llave, otras, la puerta. Puede ser la ayuda, o la meta. Puede ser el camino, o puede ser el destino. Hay muchos tipos de amor y muchas formas de amar. Pero sólo hay una forma en la que afecta a cada uno. Única como lo somos todos. Distinta, pero innegablemente hermosa.
Esta es la historia de Diana. Su historia. Una historia profunda, que acongoja, que llena, que quema, que corta, que alivia, que sutura.
Diana está rota, sí, pero decidida a no romperse. Y cuando menos se lo espera, el amor llega a ella. Con todo lo que eso supone.
Hay almas que están destinadas y tienen la suerte de encontrarse, ese es el caso de Juan Pedro y Mariana, hasta acá todo suena normal, pero más adelante la sociedad va a querer juzgarlos.
Juan Pedro tiene a su mamá Roberta y a su papá Juan Carlos, mientras que Mariana solo tiene a su mamá Marcela.
El destino es caprichoso, es por eso que después de un trágico accidente sí o sí van a tener que acercarse cuando toda la vida se ignoraron mutuamente, sus familias van a tener que "ensamblarse", lo único que siempre los logró unir (en pocas ocasiones), es su hermana menor Julieta, la que es la luz de sus ojos, quién más que nunca va a necesitar de ellos.