Jiang Zhiyu creció en las montañas y desarrolló un carácter honesto y amable.
Un día, se cayó de un acantilado y renació como el padre adoptivo de un verdadero joven maestro que apareció en una novela sobre una familia adinerada.
En ese momento, el verdadero joven maestro tenía ocho años, y pasarían otros diez años antes de que lo encontraran y lo devolvieran a la familia Xie.
Jiang Zhiyu miró la casa en ruinas destruida por la inundación y la delgada figura del niño frente a él, y decidió enviar al verdadero joven maestro de regreso a la familia adinerada con anticipación.
Después de muchos giros y vueltas, finalmente encontró al tío más joven del verdadero joven maestro, Xie Jinyan, el magnate de Beijing que ya se había establecido en el centro del mundo de la fama y la fortuna a una edad temprana y el nuevo jefe de la familia Xie.
Sin embargo, debido a un accidente, tuvo un romance con el tío de su hijo adoptivo.
Afortunadamente, después de muchos giros y vueltas, la familia Xie reconoció al verdadero joven maestro.
Jiang Zhiyu se cubrió el dolorido trasero, pensando que era como si lo hubieran estado pinchando con un palo toda la noche.
Un mes después, Xie Jinyan recibió otra visita.
En la caja llena de la sutil fragancia de la madera, el orgulloso hijo del cielo con un aura fría miraba siniestramente al hombre que decía estar embarazado de su hijo.
Sus cejas son suaves y sus ojos son claros y tímidos.
Dejando de lado su ropa rústica y su acento Wu ligeramente sureño, es un hombre demasiado guapo.
Durante la cena, tres amigos de la infancia, pertenecientes a familias igualmente prominentes, se miraron entre sí, frotando las copas de vino con las yemas de los dedos, y las expresiones de sus hermosos rostros eran todas oscuras.
Extrovertido. Correcto. Arrogante.
Esas son las palabras que pueden describir a la perfección a Mateo Lombardi.
El abogado más cotizado de Italia no tiene tiempo para distracciones. Mucho menos para dramas ajenos. Con una vida perfectamente estructurada y emociones cuidadosamente archivadas, Mateo no cree en el amor, la familia ni en nada que no se pueda controlar desde su teléfono o una sala de juicio.
O al menos, eso es lo que siempre creyó.
Hasta esa noche en donde el destino le arrojó a una pequeña y desamparada bebé. No habla. No lleva identificación. Nadie la reclama. Y, por alguna razón inexplicable, se aferra a él como si fuera lo más seguro del mundo.
De la noche a la mañana, Mateo se ve obligado a asumir un papel que nunca quiso.
Es así que, en medio de su desesperación, alguien más llega a su vida.
Scarlett Riva
Audaz. Inteligente. Imprudente.
Para Scarlett, ser niñera no es su trabajo ideal, y mucho menos trabajar para un hombre emocionalmente bloqueado tampoco es su sueño. Sin embargo, debido a situaciones desesperadas, termina compartiendo techo con Mateo, convirtiéndose en la única persona capaz de enfrentar al gran abogado Lombardi.
Ella cree en el caos.
Él, en el control.
Una historia sobre corazones rotos, heridas invisibles y la posibilidad de amar cuando ya no creías ser capaz de hacerlo.