"Elevaos lunas y acercaos a mí. Lejos de los mortales, despertad el alma dormida, destruid la calma y sentaos en el trono a la nueva reina..."
Una frase que todo lo comienza, un viaje, una condena... Una terrible decisión.
Aoba y Sly son hermanos.
Ambos deberán ir a un viaje hasta Okinawa, donde pasarán las fiestas decembrinas a petición de su padre, uno que a duras penas ven tras la muerte de su madre Haruka.
Un error. "La curiosidad mató al gato" dicen por ahí, y bien... eso no está muy lejos de la realidad.
Un montón de sucesos vienen a destrozar la calma de los hermanos. Aoba escucha un extraño ruido debajo de su cama y no lo deja dormir, pero al buscar solo encuentra un libro y un guardapelo; lo único que saben después de eso es que uno de los dos hermanos debe gobernar como el nuevo rey de un lugar inexistente en el mapa... ¿Rey? ¡Tenía que ser una broma! y solo uno lo pude ser, a costa del otro y con un final seguramente terrible. Solamente pueden fiarse de dos personas: Mink y Mizuki.
¿Será seguro confiarle su vida a un bibliotecario y un muchacho que apenas sabe de la vida? Tenían qué, pues confiar en ellos mismos ya no era una opción. Dos lunas y solo puede existir una. A costa de todo. Debe cumplirse el legado de Aristerya, o un mundo entero podría dejar de existir.
¿Aoba?, ¿o sería Sly? Nada es seguro. Nunca debieron abrir esa caja de pandora.
Esta pequeña historia es de mi propiedad; así mismo los personajes no son de mi creación, son originales de "Nitro+Chiral (DMMd) DRAMAtical Murder"
AU: Universo Altero; esto quiere decir que no se desarrolla en el escenario común estipulado en la novela.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.