Cuando el hombre mira al abismo ★

¿Nunca te has preguntado qué hay además del abismo?
Tal vez no sea un lugar, ni una respuesta, sino el reflejo de nuestra propia alma proyectada en la oscuridad. El abismo no se abre ante nosotros: somos nosotros quienes nos abrimos ante él, desnudos, frágiles, incapaces de ocultar la herida secreta de existir. Y en ese silencio sin fondo, el hombre descubre que no mira a la nada, sino que la nada lo mira a él, devolviéndole preguntas que jamás quiso formular.

Cuando el hombre mira al abismo no es una historia de certezas, sino un sendero de dudas; no es un viaje hacia la luz, sino una caída hacia el misterio. Allí, donde se disuelven los límites del ser, donde la esperanza y la desesperación se confunden, late la única verdad posible: que todo lo que buscamos en el universo ha estado siempre escondido en nosotros mismos. ★