Leonor de Castilla, una princesa real, despierta tras un accidente sin recuerdos de quién fue. Su pasado quedó sepultado en la oscuridad: un secuestro brutal, torturas inhumanas, traiciones que desgarraron su alma y un padre que la trató peor que a un animal. Lo único que ahora sabe es que está embarazada de siete semanas... y que su vida jamás volverá a ser la misma.
Antes fue Mariana Petrova, una mujer marcada por el dolor, la infidelidad y la humillación. Hoy, sin memoria, se levanta como alguien diferente: una mujer que, aun en la fragilidad de su amnesia, aprenderá a ser más fuerte que nunca. Leonor será recordada no solo como la princesa humilde de buen corazón que conquista a su reino, sino también como la líder oculta de la mafia española, capaz de destruir a cualquiera que ose tocar lo que más ama.
Con el tiempo, sus recuerdos volverán. Con ellos, también lo hará el nombre de Marcus Salvatore, el gran amor de su vida... y el hombre al que jurará odiar con todo su ser. Porque la Leonor que renace de las cenizas ya no es la mujer rota de antes: es la reina del poder, la que jamás volverá a ser dominada.
Ambos fueron criados a base de tortura cada uno vivió su propio infierno.
Ella era hija amada hasta que nació y él era un hijo concebido por conveniencia ambos muestran un comportamiento psicópata uno más que otro claro está.
Ambos llevan por nombre uno relacionado con el mal y no les importa, es más les encanta.
Ella es una maldición y a el le gustó más de lo que debería.
Tienen habilidades, mercancía, influencia y métodos que le interesan al otro.
Su amor es obsesivo, enfermizo y peligroso.
Ella quiere venganza, quiere destrucción, sangre, lágrimas, gritos pidiendo piedad.
El está más que encantado de poner a quien sea a sus pies.
¿Por qué?
Es simple, él demuestra su devoción por ella con su extraño sentido del amor y eso implica derramar sangre que así sea.