Sencillamente no estoy hecha para vivir, el destino está en mi contra, absolutamente todo lo que tenía se fue desvaneciendo poco a poco, cada día me pregunto si tendré un futuro normal. Soy Annie Reynolds, tengo 17 cortos años viviendo cada día con lágrimas en los ojos, por suerte tengo una mejor amiga en la cual puedo confiar a toda costa, su nombre es Angie Mervenne tenemos la misma edad, este año iremos a la universidad, lo cual es algo totalmente nuevo y desconocido para ambas. No sabemos confiar, perdonar u olvidar. Toda nuestra vida esta vuelta mierda, nada encaja, faltan piezas en el rompecabezas, todo nos sale mal ¿Que haremos? ¿Rendirnos? ¿Luchar? Quien sabe... El destino lo decidirá. Lo único que ambas tenemos bastante claro es que... Respirar no significa vivir.All Rights Reserved
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