8 parts Complete MatureDecir que Bakugou y Kaminari eran "solo compaĂąeros de clase" serĂa la mentira mĂĄs grande en toda la U.A. Lo suyo no tenĂa nada que ver con amistad ni con cariĂąo. Si alguien preguntaba quĂŠ habĂa entre ellos, la respuesta era simple: puro vicio.
Ambos eran ninfĂłmanos de manual. Nunca estaban satisfechos. PodĂan hacerlo en la maĂąana, en la tarde, en la noche y aĂşn asĂ mirarse con hambre como si no se hubieran tocado en semanas.
Bakugou era el que mandaba, siempre con ese carĂĄcter explosivo que se trasladaba a la cama. Lo tomaba como un combate, como un reto que tenĂa que ganar a cualquier costo.
Kaminari, en cambio, era el provocador, el descarado que se arrastraba al cuarto de Bakugou con la excusa mĂĄs estĂşpida, solo para terminar gimiendo contra las paredes minutos despuĂŠs.
HabĂa algo enfermizo en ellos: no sabĂan parar.
Si Bakugou terminaba con la espalda marcada de rasguĂąos, Kaminari quedaba cojo, adolorido y aĂşn asĂ sonriendo, porque ya estaba pensando en la prĂłxima vez.
PodĂan hacerlo en cualquier lugar. En las duchas con el agua corriendo y el riesgo de que alguien entrara. En el ascensor, mientras se besaban con furia.
Siempre habĂa una excusa, siempre habĂa un lugar.
El resto de sus amigos notaba algo raro, pero nadie podĂa imaginar la magnitud. Porque lo que ellos tenĂan no era normal: era compulsiĂłn. Necesidad. Un fuego que nunca se apagaba.
Lo mĂĄs intenso era cĂłmo se buscaban incluso cuando decĂan odiarse. PodĂan estar peleando, gritĂĄndose insultos, y aĂşn asĂ terminar chocando contra la pared, devorĂĄndose como si el odio solo fuera gasolina para el deseo.
Nadie lo sabĂa, pero en el fondo ellos tampoco querĂan que nadie lo supiera. Su relaciĂłn era un secreto ardiente, un pacto silencioso de pura lujuria. Y aunque ninguno lo admitiera, ambos sabĂan que estaban atrapados en el mismo vicio: eran adictos el uno al otro.