
No todos los duelos se lloran frente a una tumba. Algunos se viven con el corazón abierto, sabiendo que la persona que amamos sigue caminando bajo el mismo cielo, pero ya no a nuestro lado. Esta es la historia de un amor que me hizo sentir infinita, pero también frágil. Un amor que me enseñó que incluso cuando alguien te abraza con toda su ternura, puede elegir soltar tu mano. No porque no te ame, sino porque el miedo a veces pesa más que el amor.All Rights Reserved