Cuando un gato quiere mimos | SenGen

Hay dos formas en dónde sabes que un gato quiere mimos, cuando se anda frotando a tu pierna y te mira con esos ojos adorables y la más difícil: cuando finje desinterés. En esa definición extraña Senku encajaba en la segunda categoría. El contacto físico era necesario para la humanidad y su capacidad social, entonces... ¿por qué su razonamiento fallaba tan solo para pedir una ligera muestra de afecto? En especial a Gen, con quién ya llevaba varios meses en una relación.

Sucesos ocurridos en el viaje del Perseo.

One shot cute porque simplemente quería algo cute