Hasta que el recuerdo deje de doler

Owen y Harper ya no se miran. No son desconocidos, tampoco amantes secretos, ni mucho menos amigos de la infancia distanciados.

Ahora son solo recuerdos, de esos malos que intentas evitar. De esos nostálgicos medio agridulces. De esos que en cenas de amigos nunca se sacan porque a pesar de haber pasado años, siguen doliendo.

Después de lo que sucedió el 14 de Septiembre no pueden soportarse, no quieren siquiera hacer el intento. Son un poco cobardes.

Ella prefirió huir y no plantarle cara a lo poco que le quedaba.

Y él tomó la estúpida decisión de cambiar de cuerpo, empezar a ser otro con tal de no sentir lo mismo que experimentaba el de antes.

Menos mal que solo les han hecho falta un error, malas decisiones y un montón de disculpas, para que eso se termine de una vez.