Prólogo o Introducción
La brisa del atardecer acariciaba suavemente la orilla de la playa. Noah caminaba descalza sobre la arena fría, sintiendo cómo el mundo a su alrededor parecía detenerse. Tenía 17 años y, aunque la vida le había mostrado la pérdida de su padre, había aprendido a valorar cada instante, cada pequeño momento de alegría.
En ese instante, sus ojos se encontraron con los de un joven que parecía no pertenecer a aquel lugar. Nick, con 20 años y una vida llena de fiestas y excesos, estaba allí por simple diversión, sin imaginar que aquella visita cambiaría su vida para siempre.
Fue un choque de miradas, un momento que parecía durar una eternidad. Noah sintió que su corazón latía de una manera que no podía controlar, y Nick, por primera vez, sintió que su mundo se detenía frente a una desconocida que lo miraba con intensidad.
En ese instante, en medio del ruido del mar y las risas lejanas, nació algo que ninguno de los dos podía comprender del todo: un amor que desafiaría su pasado, sus miedos y sus decisiones. Un amor que, aunque empezaba como un destello en la arena, tenía el poder de transformar sus vidas para siempre.