Spike fue traicionado por aquellos que alguna vez llamó sus mejores amigos. Tras años de lealtad incuestionable al lado de la princesa Twilight, la misma a quien había servido con devoción, recibió de ella su condena. Con un corazón endurecido y palabras heladas, Twilight dictó su destino: "Ya no eres necesario."
La orden fue clara: ejecutarlo.
Herido en cuerpo y alma, Spike luchó contra las sombras de sus verdugos y, aferrándose a un último deseo de vivir, logró escapar. Sus pasos lo guiaron tambaleantes hasta el borde de un precipicio, donde, sin otra opción, se lanzó al vacío, buscando huir de la traición que lo perseguía.
Creyó que ese sería su final. No sabía que aquel salto marcaría el inicio de una nueva vida, de un camino teñido de sangre y redención.
Porque el destino, caprichoso y cruel, ya había sembrado las semillas de su resurgir. Y nadie habría imaginado que unas pequeñas flores, ocultas en el abismo, podrían desatar un desastre capaz de cambiar el mundo entero.