Story cover for La dueña de mi galeria by ElJoseL15
La dueña de mi galeria
  • WpView
    Reads 54
  • WpVote
    Votes 2
  • WpPart
    Parts 6
  • WpView
    Reads 54
  • WpVote
    Votes 2
  • WpPart
    Parts 6
Ongoing, First published Sep 02
José Fabricio tenía apenas 12 años cuando conoció a "A", la chica que cambiaría por completo su manera de ver la vida. Entre juegos de colegio, amistades, errores y confesiones, descubrió lo que significa el primer amor: esa sensación que arde en el pecho y nunca se olvida.

Dos años después, lejos de Perú y viviendo en España, escribe esta historia íntima, a medio camino entre carta y novela. Relata cómo insistió una y otra vez, cómo aprendió a crecer con un recuerdo, cómo cargó con sus errores y cómo se aferró a una promesa: el reencuentro.

Para ti, "A" es un relato sincero sobre lo que significa amar por primera vez, perder, aprender y seguir adelante sin arrepentirse. Una historia juvenil, tierna y real, escrita con la voz de quien aún cree que las promesas se cumplen.
All Rights Reserved
Sign up to add La dueña de mi galeria to your library and receive updates
or
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Marchita La Bella Flor cover
Cadenas de Deseos cover
SUMMER KAMP - Fer & Diosdado - Un amor de verano cover
Oscuridad Heredada  cover
El acuerdo perfecto cover
Un Ger en el Apocalipsis cover
La señorita de los Vatroslav  cover
La criada cover
𝐴𝑀𝐸𝐿𝐼𝑆𝑆𝐸¡! | Finney Blake cover
Ego cover

Marchita La Bella Flor

31 parts Ongoing Mature

Dieciocho años después de haber sido expulsada por amar a quien no debía, Isabela regresa a la hacienda que alguna vez llamó hogar. No busca venganza... sino respuestas, y tal vez una nueva oportunidad de empezar. Allí la espera Graciela, la esposa de su hermanastro: una mujer marcada por el miedo, la pérdida y los silencios que Vicente dejó atrás. Pero entre miradas contenidas, sonrisas robadas y heridas que el tiempo no logró borrar, Isabela se descubre dispuesta a ofrecerle a Graciela algo que ella ya no cree merecer: amor, ternura... y una felicidad que parece imposible. Porque a veces, el destino te obliga a volver al lugar donde más dolió... solo para mostrarte que también puede ser donde finalmente aprendas a amar.