Adrián era un joven común hasta que una enfermedad incurable lo condenó a vivir entre el dolor y la cama. Su madre, Julia, se aferraba a él con todas sus fuerzas, negándose a dejarlo ir, aunque cada día lo veía quebrarse un poco más.
Pero en medio de la sedación y el sueño, Adrián descubrió un lugar distinto: un jardín infinito de flores blancas, donde no existía el sufrimiento. Allí conoció a Jazmín, una misteriosa joven que le ofreció calma, amor y la promesa de un descanso eterno.
Dividido entre el amor de su madre y la paz que encontraba con Jazmín, Adrián deberá tomar la decisión más difícil: seguir respirando en un mundo de dolor por compasión... o rendirse a un sueño eterno donde florece la paz.
Una historia de amor, despedida y esperanza que nos recuerda que, a veces, amar también significa aprender a soltar.
Margot Fontaine tenía una carrera brillante como pianista en la elegante Londres. Un futuro armonioso junto a su perfecto prometido. Una vida construida entre lujos, conciertos y sonrisas fingidas.
A ojos del mundo, lo tenía todo.
Todo lo que -según ellos- una mujer debía desear.
Pero Margot vivía en un mundo de hombres. Uno donde el poder se heredaba por sangre... siempre y cuando esa sangre no corriera por venas femeninas.
Aunque era la única hija del líder de la organización criminal más temida de Francia, su destino estaba sellado: obedecer, callar y sonreír.
Y lo hacía. Hasta que lo conoció a él.
No era solo el socio de su novio. Era el caos hecho carne.
Un hombre envuelto en sombras, ambiciones peligrosas y una libertad que olía a pecado.
Todo lo que Margot deseaba. Todo lo que se suponía debía temer.
¿Y si en lugar de huir de él, lo dejaba entrar? ¿Qué ocurriría si ese amante prohibido se convirtiera en su aliado? ¿Si juntos intentaran derribar al mismísimo rey... su padre?
Hay cadenas que se heredan. Cadenas invisibles que oprimen, marcan y deforman. Pero no todas están hechas para ser arrastradas.
¿Será Margot capaz de romper las suyas... o terminará encadenada a una vida que no eligió, solo para no despertar al caos que amenaza con devorarla?