Reconocido por su estatus de primera, lecciones infalibles y una espectación de excelencia o mejor, la academia Saint Celestine esconde secretos entre los pliegues de las faldas plisadas y las camisas inmaculadas.
Becky, una alumna que desea ser amiga de todos y nunca ser traicionada, acude a clases con ganas de aprender y superarse, aunque, si se es sincera, no se le da tan bien. Para no dejar que la pasión por el desarrollo se esfume, participa de extracurriculares de canto, donde su dulce y honesta voz escapa de entre las melodiosas de sus compañeros.
Por su contrario, Freen, nació para el arte. Su deseo es encerrarse por siempre en una sala blanca, con decenas de óleos, caballetes, lienzos, pinceles, porcelana y acuarelas. Sin embargo, se destaca en el área de las ciencias, y lo académico se le da a la perfección. Aún así, teniendo una habilidad que otros no, la desaprovecha y no se esfuerza por mejorar; ella solo quiere pintar.
Entre murmullos imperceptibles, corazones malheridos e inocencia en su máximo esplendor, el amor surge como una flor entre el pavimento, y tiñe las pálidas aulas de un arcoíris brillante.
después de un incendio provocado por Harry en la sala de Kriptoniano mágico, los héroes, villanos y magos son trasladados a otra sala.
la sala donde verán la vida de un Harry completamente distinto, un Harry bien cuidado, amado y sobre todo sano.
sin heridas o traumas ocacionados por personas estupidas ansiosas de fama.
con los Hufflepuff más orgullosos que nunca y mamá tejón demostrando lo fuera que puede ser.
por qué este es el mundo de: Ni León, Ni Serpiente, Tejón