unique and perfectly imperfect in my heart

Sonreír se volvió su máscara más resistente.
Detrás de esa curva en los labios de Cael se escondían años de burlas, el eco de insultos que lo hicieron creer que era un error, y la herida más cruel: haber amado a alguien que lo traicionó cuando más vulnerable estaba. Esa persona, la que creyó su refugio, no solo jugó con sus sentimientos... también lo convenció de que jamás sería suficiente para ser amado.

Desde entonces, aprendió a fingir. A reír alto aunque por dentro se desplomara. A aparentar fortaleza cuando en realidad cada mirada en el espejo era un recordatorio de lo roto que estaba. Su sonrisa no brillaba: sangraba en silencio.

Pero el destino no siempre es despiadado.
En medio de su soledad, abrió los ojos y no conocía bien en donde estaba pero alguien apareció con una calma distinta, su mirada y aspecto frío y cálido a la vez, alguien que no exigía perfección, que lo veía más allá de la máscara. Esa voz prometió algo que él ya no se atrevía a soñar:
-No voy a dejarte. Voy a quedarme, aunque intentes ocultarte tras esa sonrisa.

Y fue entonces cuando un pensamiento tembloroso germinó en su interior:
quizás... todavía merecía ser amado.