Nanci tiene 57 años, fuma más de lo que debería, bebe más de lo que su hígado tolera y escucha más confesiones de las que quisiera. No es bruja, no es curandera, ni mucho menos psicóloga. Ella lo dice claro: "Yo solo sirvo tragos y pociones. El resto lo pone la gente".
En su casa, perdida en un barrio donde las paredes oyen más de lo que deberían, las parejas llegan con el corazón a la miseria. Ella tiene tres reglas.
Pero nadie respeta la tercera, y los efectos rebote son tan terribles como la resaca de una borrachera eterna. Entre pociones, alcohol y consejos sarcásticos, la señora se convierte en testigo -y a veces en verdugo- de la intimidad más oscura de sus clientes.
Con humor negro, refranes de barrio y un misterio que crece capítulo a capítulo, descubrimos que las pociones de Nanci no solo mueven el amor: también despiertan culpas y fuerzas que ella misma no controla.
Porque el amor, al fin y al cabo, nunca es solo amor. Es obsesión, mentira, miedo. Y en la mesa de Nanci, entre vasos manchados y humo de cigarro, esas verdades siempre terminan saliendo a flote.
Estilo de mi historia: Ficción contemporánea de misterio y drama romántico, con elementos de realismo mágico.
Declan Kingsley es un grandioso jugador de hockey con un futuro prometedor, sueña con jugar para un equipo de la NHL cuando se gradúe de la universidad y ser el mejor. Siempre ser el mejor.
Se ha enfocado tanto en sus sueños que se ha olvidado de las otras cosas importantes en su vida, el amor, aunque sí que ha disfrutado de un sinfín de citas y chicas, pero jamás ha buscado una relación seria.
Cuando llega año nuevo y todos sus amigos están por dar el primer beso del año a medianoche, Declan siente repentinos celos y besa a la primera chica que se encuentra, Millie Harrison.
Millie Harrison jamás ha tenido novio y mucho menos ha dado un beso, por lo que se ve más que sorprendida cuando uno de los jugadores de hockey más codiciado en el campus de su universidad decide besarla.
Después de un par de sucesos, Millie decide enfrentarlo y proponerle algo de lo que ella cree que ambos podrían arrepentirse después, una relación falsa, pero ella está desesperada y necesita la ayuda de alguien como Declan, quien al parecer no solo está dispuesta a ayudarla, sino a conquistarla de verdad.