Quien ama de verdad, esta condenado a sangrar..

Amar nunca fue un acto inocente, sino un sacrificio.
Cada caricia era un pacto, cada mirada un juramento silenciosos de que, llegado el momento, darían hasta lo imposible el uno por el otro.

Ella lo supo desde la primera vez que lo vio; estaba destinada a arder en sus brazos, aunque eso significara consumirse por siempre. Él, en cambio, no lo entendió hasta que fue demasiado tarde, hasta que la tuvo entre sus manos, temblando, y descubrió que el amor mas puro también podía ser el más cruel.

El viento no necesito anunciar la tragedia. Desde el inicio, sus almas estaban atadas con hilos invisibles, tan fuertes como inevitables. Y en un mundo donde respirar ya era un desafío, ella eligió entregarle aquello que nadie sobrevive al perder: su propio corazón.