-Cántame, por favor. En ese momento su dulce voz empezó a sonar. Entonces lo supe, supe que estaba enamorada de él. Sabía que yo era para el y el para mi. Sabía que quería pasar mi vida con el. Y empecé a cantar con el. Le miré a los ojos y conectamos. Cerré los ojos y sentí la melodia, se me calló una lágrima y le bese con ganas. Lo necesitaba, y sabía que el tambien.