Sprout, conocido por todos como "Berry-boy", era la fresa testaruda que siempre buscaba abrirse camino a su manera. Un poco impulsivo, a veces ingenuo, pero con un corazón sincero que nunca sabía cómo callar. Su naturaleza alegre chocaba con su orgullo, y eso lo volvía el blanco perfecto para las burlas.
Vee, en cambio, era una pantalla viviente. Fría a primera vista, con ese aire de superioridad que brillaba en cada movimiento. Burlona, calculadora y algo cruel en sus palabras, pero en el fondo no podía evitar interesarse demasiado por las reacciones de Sprout. Era como si su mundo necesitara verlo enfadarse, verlo temblar entre rabia y confusión.
Entre ellos existía una rivalidad constante. Vee encontraba en Sprout un juego: empujarlo, molestarlo, provocarlo hasta el límite. Y él, aunque juraba odiar sus bromas, siempre terminaba respondiendo, atrapado en esa dinámica que no podía romper. Lo que nadie decía en voz alta era que, bajo las discusiones, había una chispa que empezaba a sentirse como algo más peligroso que la rivalidad: una atracción disfrazada de enemistad.
Algo mas fuerte que la enemistas empezara a surguir..
En esta historia que se me acaba de ocurrir, Looey, Yatta y Blot son esclavos de los Main Characters, específicamente Sprout, Shelly y Vee.
Por ende, estos hará hasta lo imposible por escapar