Nada es para siempre, nada dura tanto... Menos el amor. Nunca tenemos que aferrarnos a una persona, amar también es dejar ir, en muchos casos, puede ser difícil, pero es mejor que salir más dañados y rotos de lo que ya estábamos.
Natasha y Wanda, un matrimonio de 5 años, ¿eso es mucho, no?, pero... Esos 5 años, no son más que gritos, golpes, rechazos, mentiras silenciosas, todo disfrazado de amor. El amor de dos almas "gemelas", se deteriora, poco a poco... En silencio.