LEGADO del HIELO y FUEGO

Se cuenta en canciones olvidadas, y en susurros de ancianos junto al fuego, que hubo un tiempo en que la sangre del dragón se mezcló con la escarcha del Norte. De esa unión nacieron hijos marcados por dos destinos opuestos: el fuego devorador de Valyria y el silencio implacable del invierno.

Los maestres escribieron de reyes y reinas, de dragones y coronas, pero callaron sobre ellos, pues su mera existencia amenazaba con alterar la memoria del reino.

Sin embargo, la historia rara vez guarda silencio para siempre. En el viento helado de Invernalia y en las cenizas aún cálidas de Rocadragón, pervive el eco de su linaje. Un eco que habla de fuego que no se apaga y de hielo que no se quiebra.

Estos son los relatos de los hijos del Hielo y del Fuego, sangre de lobo y sangre de dragón, destinados a brillar y triunfar.