22 parts Complete Nunca pensé que terminaría escribiendo sobre alguien que, al principio, ni siquiera sabía que existía. No es que fuera invisible, al contrario... todas hablaban de él.
"El chico serio" o al menos así le empecé a llamar en mi cabeza. Siempre estaba ahí, como si el destino lo colocara justo en el lugar donde mis ojos terminaban por accidente. No sé si fue casualidad o una especie de juego silencioso, pero cada vez que nuestras miradas se cruzaban, sentía algo extraño... como si el tiempo se detuviera solo para que yo me diera cuenta de su presencia.
Al principio, mi atención estaba en otra parte. Había alguien más... alguien que creí que era "el indicado". Pero con el tiempo, me di cuenta de que no todo lo que brilla es oro. Me ilusioné con palabras vacías, con gestos que parecían dulces pero que no tenían profundidad. Y mientras todo eso pasaba, mientras yo me perdía en sueños equivocados, "el chico serio" seguía ahí... observando, callado, como si supiera más de mí que yo misma.
No sé en qué momento empecé a buscarlo entre la multitud. No sé cuándo pasé de ignorar su existencia a sentir curiosidad por cada uno de sus gestos. Era atractivo, sí. Popular entre las chicas, también. Pero había algo más... algo en su mirada que me hacía sentir descubierta, como si él pudiera leer lo que ni yo me atrevo a decir en voz alta.
Supongo que este diario es mi forma de entender lo que estoy sintiendo. De recordar cada mirada, cada instante en que su presencia empezó a convertirse en algo imposible de ignorar. No sé cómo se llama. No sé qué historia esconde detrás de esa expresión seria...
Pero de algo estoy segura: esta es la historia de cómo empecé a notarlo
De cómo, poco a poco, "el chico serio" se convirtió en mi pensamiento constante.