A menudo, en la quietud de nuestros pensamientos, surge una fantasía seductora: ¿qué pasaría si reencarnamos en un mundo diferente? Un mundo donde despertáramos dotados de ¡¡Poderes!! increíbles, habilidades que desafían la lógica y nos convierten en seres excepcionales.
Es un sueño tentador. Imaginar que, con solo chasquear los dedos, podríamos doblegar la realidad a nuestra voluntad. Que seríamos invencibles, intocables... libres.
Pero rara vez nos preguntamos por la otra cara de la moneda. ¿Y si esa bendición simplemente no es suficiente? ¿Y si, a pesar de toda esa fuerza descomunal, el universo se encargara de recordarnos nuestra fragilidad de la manera más cruel y horrible posible?
Esta no es una pregunta metafórica. Plantéatelo de verdad: tienes un don que te sitúa por encima de los demás, pero un solo descuido, un segundo de arrogancia, un error o simplemente la mala suerte de estar en el lugar y momento equivocados, puede ser tu sentencia de muerte.
De nada sirve un poder sobrenatural si no cuidas tu propia vida.
La lección más brutal no es cómo usar tu don, sino cómo sobrevivir en un mundo aunque conocido por muchos si no te cuidas siempre será insuficiente. Piensa en Flash Reverso en Flashpoint Paradox. Ahí tienes a un hombre con un buen poder: la velocidad. Podía correr más rápido que el tiempo mismo, deshacer eventos, cambiar la historia. Tenía todas las cartas para ganar. Y, sin embargo, ¿cuál fue su final? Un único y sencillo disparo, bien colocado, en un momento de distracción. La bala no fue más rápida que él; su mente fue más lenta que la bala. El Villano más veloz murió en el suelo, tan mortal como cualquier otro.
Puedes tener la fuerza para detener un meteorito, pero eso no te salvará de la daga envenenada que te clava un cobarde en la oscuridad. Puedes leer mil mentes, pero no podrás predecir la traición de alguien en quien confiabas ciegamente.
Entonces, no hace falta más preámbulo.
Adelante,
Todo era vida en el subsuelo
Los moustuos bailaban, gritaban y exploraban
Asta que una niña llegó a ese lugar.. Era una niña que no tenía piedad en nadie.. Mató a cada moustruo en el subsuelo..
Pero el más grande error fue matar a los seres queridos de un esqueleto pequeño..
El esqueleto decidió confrontarla.. Y tras varios reseteos.. La niña resultó victoriosa...
El esqueleto murió?... No.
Alguien lo ayudó a reencarnar en un mundo en donde los moustuos no existen y la magia si
Así comienza.. El origen del esqueleto que se volvió un brujo