Hay momentos en la vida en que todo parece una rutina: despertarse, desayunar, ir a los mismos lugares, ver a la misma gente. Uno empieza a convencerse de que el mundo es estable, seguro, confiable.
Hasta que un detalle insignificante, un gesto extraño o una palabra mal dicha abre una grieta en esa normalidad
Lo que vas a leer no empezó con una guerra ni con un desastre natural, sino con algo mucho más común: un simple análisis de sangre. Pero detrás de esa aguja había un secreto que mis padres conocían y yo no. Un secreto por el que me arrancaron de mi vida y me llevaron a un lugar donde nada era real, y todo podía matarme.
Me llamo Elena . Y esta es la historia de cómo descubrí lo que llevo adentro... aunque tal vez preferiría no haberlo sabido nunca.
Desde su primer año en Slytherin, Theodore y Camille compartieron más que una casa: la misma astucia, el mismo carácter frío y una ambición que los mantenía entre los mejores estudiantes de Hogwarts. Se entendían sin palabras, se protegían con lealtad y, aun así, siempre fueron solo amigos.
Hasta que un día, cuando ambos se enteran que todos en su grupo de amigos pensaban que ellos serían la pareja perfecta, comienza a sembrarse una duda que ninguno de los dos pudo sacudirse.
Porque a veces basta una sola insinuación para que todo lo conocido se tambalee. Y entonces surge la pregunta inevitable: ¿de verdad siempre fueron solo amigos?