Nuestro piso en llamas

Prólogo

Barcelona, septiembre de 2007.
Ismael llegó desde Madrid con la seguridad de quien cree tener todo bajo control: rubio, impecable, trajeado, dispuesto a empezar su vida universitaria de Historia en un piso que parecía perfecto. Dos habitaciones, un salón inmenso, una cocina americana y hasta una pequeña biblioteca; el lugar ideal para comenzar de cero.

Pero ningún inicio lo es del todo.

Lena apareció con su maleta enorme, un acento andaluz que sonaba a música y unos ojos color miel que parecían buscar algo más que ruinas en su nueva carrera de Arqueología. Creía haber encontrado su espacio en la ciudad, pero la realidad fue un golpe: el piso había sido vendido a ambos. Un engaño que les dejó sin ahorros y sin opción de escapar.

Él no quería compartir. Ella tampoco.
El destino decidió lo contrario.

Así empezó una convivencia forzada en pleno centro de Barcelona, con más discusiones que acuerdos y con una tensión que ardía entre las paredes.
El piso estaba en llamas desde el primer día