Nadie nunca está preparado para perder al amor de su vida, ni los guerreros más intrépidos, ni las princesas más valientes, ni las reinas más desoladas, ni los reyes más narcisistas. Tampoco los pobres con las mayores de las esperanzas, ni los ricos ambiciosos, ni los normies más aburridos y ni siquiera los excluidos más extraños.
Y ese fue el caso de Scarlett Frump.
El amor de su vida le fue arrebatado de sus brazos sin ningún tipo de piedad, muriendo bajo las consecuencias de sus propios actos insensibles.
Ella lloró hasta que los ojos se le hincharon, hasta que su piel palidecio de la desgracia y hasta que sus penas fueron enterradas en lo más profundo de su corazón, como la suciedad que se esconde debajo de una linda alfombra.
Siendo una bruja con habilidades inigualables y una juventud interminable, Scarlett se dedicó el resto de sus días después de la muerte de su ser amado a ser maestra de la "Historia de los Excluidos" en la academia Nevermore, intentando evadir la profunda tristeza que palpitaba en su interior.
Hasta que sus sobrinos, los Addams, regresaron a su vida al llegar a la academia Nevermore, adentrandola en los secretos más oscuros de la familia y devolviéndole sin intención al joven que tantos suspiros y besos le había robado, acariciando su corazón con la más fina ternura que podía existir en el amor.