No todos los monstruos rugen.
Algunos amasan raviolis los domingos.
Otros chupan tu energía mientras te hacen el amor.
Y unos pocos... te miran desde el espejo cuando crees que estás solo.
Bienvenido al primer diario íntimo de una colección donde los sátiros cocinan, las vampiras pagan servicios, los licántropos lloran en el metro y las brujas tienen burnout. Aquí no hay batallas épicas ni reinos mágicos. Solo almas rotas con colmillos, cuernos o poderes que nadie les pidió, intentando sobrevivir al amor, al deseo, a la rutina... y a sí mismos.
Cada capítulo es una confesión.
Cada monstruo, un espejo.
Cada historia, una advertencia.