Prólogo
Desde chicos fueron inseparables. Franco y Valentina crecieron compartiendo secretos, risas y sueños, hasta que la amistad comenzó a transformarse en algo mucho más fuerte. Nadie lo decía en voz alta, pero todos lo notaban: cuando se miraban, el tiempo se detenía.
Las noches eran su refugio. Entre salidas con amigos, fiestas clandestinas y carreras ilegales donde Franco hacía rugir los motores, los dos encontraban una libertad que el mundo adulto jamás aprobó. Los padres de Valentina, en especial, jamás vieron con buenos ojos aquella amistad. Ellos querían distancia, querían cortar de raíz lo que crecía entre los dos.
Y lo hicieron. Una mudanza inesperada a Inglaterra fue la sentencia. La última noche, Franco y el grupo decidieron despedirla. Pero la despedida se rompió en mil pedazos cuando los padres descubrieron todo y la policía apareció. En medio de la lluvia, Valentina luchó contra los brazos de su padre, corrió hasta la calle empapada y vio cómo se llevaban a Franco en el asiento trasero de un patrullero. Sus ojos se quedaron clavados en él, sabiendo que esa imagen la perseguiría para siempre.
Al amanecer, su vida cambió por completo. Valentina partió con su familia al otro lado del mundo, dejando atrás su ciudad, sus amigos, y sobre todo, a Franco. Meses después, el destino también llevó a Franco a Europa. Pero aunque ahora un océano los separaba, ni el tiempo ni la distancia pudieron borrar lo que habían vivido.
Lo que ninguno sabía era que la vida, como una canción que nunca deja de sonar, guarda acordes que vuelven a repetirse. Tal vez para unirlos. Tal vez para probarlos. Tal vez para hacerles descubrir que cuando se trata de ellos dos, nunca es suficiente... siempre es MÁS.
•••
¿Cómo pretendo no echarte de menos?
Si te amé de más.
En el momento final antes de su destrucción, Wanda Maximoff -la Bruja Escarlata- es arrastrada hacia un vacío más allá del tiempo y la forma. Perdida en el abismo de su culpa, una luz misteriosa la toca... y la devuelve. No a su mundo, sino a otro. Uno donde la magia es distinta. Donde la redención podría tomar forma: el mundo de Harry Potter.
Cuando una figura luminosa -una cierva- le muestra los recuerdos de un niño abandonado y maltratado por sus parientes, Wanda comprende su nuevo propósito: proteger al hijo de Lily Potter. Aunque no sabe por qué fue elegida, acepta el trato. A cambio de una oportunidad de redención, cuidará del pequeño Harry.
Pero Wanda no es una bruja común. Y este mundo no está preparado para ella. Desde el primer momento en Privet Drive, los Dursley sentirán que algo ha cambiado.
Con poder, determinación y una compasión creciente, Wanda enfrentará un nuevo destino. Porque esta vez... nadie tocará al niño sin enfrentarse a ella.
Después de todo, ¿quién mejor para proteger al Niño Que Vivió... que la mismísima Bruja Escarlata?
Nota del autor/a: Esta historia está libremente inspirada en la premisa inicial de Strange Potter, una obra que admiro profundamente y que fue una chispa creativa para desarrollar este proyecto. Aunque la trama, el desarrollo de los personajes y los eventos son completamente originales y distintos, considero justo reconocer esa inspiración inicial.
Asimismo, se trata de un fanfic sin fines de lucro que fusiona elementos de los universos de Marvel y Harry Potter, cuyos derechos pertenecen a sus respectivos creadores y propietarios (Marvel/Disney y J.K. Rowling). Esta obra está hecha con respeto y con la intención de rendir homenaje a estos mundos que tantas personas hemos disfrutado.