Prólogo
Seúl despertaba cada día con su ritmo vertiginoso, entre cafés humeantes, pasos apresurados y trenes que cruzaban la ciudad como arterias de un cuerpo incansable. Entre esa multitud, había un joven que parecía ajeno al ruido, como si caminara dentro de una burbuja invisible.
Jimin tenía veintitrés años, y aunque provenía de una familia acomodada, su vida no giraba alrededor de lujos ni privilegios. Prefería las manos ocupadas con libros de medicina, las largas horas en la universidad, y el trabajo sencillo en una cafetería de barrio donde cada sonrisa suya lograba suavizar la rutina de los demás.
Fue allí donde, una mañana cualquiera, un hombre lo miró como si hubiese encontrado algo que llevaba tiempo buscando. Una mirada intensa, persistente, que no necesitó palabras para dejar un rastro en el aire.
Días después, en un rincón completamente distinto de la ciudad, otra mirada se posó sobre él. Esta vez en una estación de tren, entre escaleras mecánicas y anuncios apagados por el bullicio. No hubo presentación ni palabra alguna, solo un instante suspendido en el que alguien lo vio... y quedó fascinado.
Desde entonces, dos destinos comenzaron a girar en torno al suyo. Dos hombres que, sin buscarlo, encontraron en Jimin algo capaz de sacudirlos hasta lo más profundo. Y mientras él seguía con su vida, ajeno a lo que estaba por desencadenarse, sus caminos se fueron estrechando con cada cruce, con cada encuentro, con cada silencio compartido.
El misterio no estaba en lo evidente, sino en aquello que todavía nadie sabía. En lo invisible. En lo que, tarde o temprano, saldría a la luz.
Extrovertido. Correcto. Arrogante.
Esas son las palabras que pueden describir a la perfección a Mateo Lombardi.
El abogado más cotizado de Italia no tiene tiempo para distracciones. Mucho menos para dramas ajenos. Con una vida perfectamente estructurada y emociones cuidadosamente archivadas, Mateo no cree en el amor, la familia ni en nada que no se pueda controlar desde su teléfono o una sala de juicio.
O al menos, eso es lo que siempre creyó.
Hasta esa noche en donde el destino le arrojó a una pequeña y desamparada bebé. No habla. No lleva identificación. Nadie la reclama. Y, por alguna razón inexplicable, se aferra a él como si fuera lo más seguro del mundo.
De la noche a la mañana, Mateo se ve obligado a asumir un papel que nunca quiso.
Es así que, en medio de su desesperación, alguien más llega a su vida.
Scarlett Riva
Audaz. Inteligente. Imprudente.
Para Scarlett, ser niñera no es su trabajo ideal, y mucho menos trabajar para un hombre emocionalmente bloqueado tampoco es su sueño. Sin embargo, debido a situaciones desesperadas, termina compartiendo techo con Mateo, convirtiéndose en la única persona capaz de enfrentar al gran abogado Lombardi.
Ella cree en el caos.
Él, en el control.
Una historia sobre corazones rotos, heridas invisibles y la posibilidad de amar cuando ya no creías ser capaz de hacerlo.