
En un rincón donde el tiempo parecía detenerse, Santi y Nabi aprendieron que las promesas no siempre viajan en palabras, sino en colores que se guardan en la memoria. Entre risas, silencios y caminos que se bifurcan, descubrieron que a veces el destino se viste de amarillo, brillando como un sol secreto que espera el momento justo para florecer.All Rights Reserved