Aarón nunca se atrevió a confesar lo que sentía por Aldo, el capitán de fútbol de su universidad. En vez de hablar, llenaba páginas con cartas que jamás se atrevía a entregar. Cartas llenas de celos, miedo, ternura y un amor imposible que parecía destinado a quedarse en silencio.
Pero un descuido, una amistad que vuelve del pasado, y un simple café cambian todo. Porque Aldo no era tan inalcanzable como Aarón pensaba; él también lo observaba, también temía, también buscaba la forma de acercarse.
Entre libros, excusas torpes y confesiones inesperadas, dos chicos descubren que la valentía no siempre está en las grandes palabras, sino en atreverse a decir lo que el corazón grita en silencio.
Una historia juvenil sobre cartas guardadas, miedos compartidos y el poder de elegir, al fin, mirarse a los ojos.