Todo comenzó una noche cualquiera de rumba, yo había salido con mis amigas a despejarme un poco sin imaginar que esa salida iba a terminar siendo una de esas historias que después uno cuenta como anécdota. Entre la música y las luces me encontré con alguien inesperado, mi ex, y lo peor no fue verlo sino darme cuenta de que estaba acompañado con su nueva novia.
Unos días antes habían llegado a mí unos mensajes mal interpretados y al parecer ella pensaba que yo quería volver con él, nada más lejos de la realidad, pero ya saben cómo son los chismes y las redes, un mensaje leído fuera de contexto puede incendiar todo.
Yo estaba bailando tranquila cuando de repente la novia de mi ex se me acercó con cara de pocos amigos y empezó a reclamarme delante de todo el mundo, diciendo que yo lo buscaba, que lo escribía, que no lo había superado. La situación se puso tan incómoda que varias personas dejaron de bailar para mirar el show y yo trataba de explicarle que no era así, que todo había sido un malentendido, pero ella no quería escuchar nada. En medio de esa confrontación terminaron discutiendo entre ellos y lo que parecía solo un mal rato para mí se convirtió en una pelea de pareja, esa misma noche ella decidió terminar con él.
Los días pasaron y aunque yo ya me había olvidado del tema me enteré que ellos dos habían vuelto a hablar y aclararon la situación, él le explicó lo que realmente había pasado y poco a poco lograron reconciliarse. Hoy siguen juntos como si nada hubiera pasado, y yo por mi parte lo recuerdo como una experiencia más de esas que demuestran lo rápido que un malentendido puede armar un drama innecesario, al final no me quedé con rencor, más bien con una buena historia que contar.