𝓜𝓲 𝓜𝓪𝓵𝓭𝓲𝓬𝓲ó𝓷

Alejandra era una mujer de cabello oscuro y ojos brillantes, con una sonrisa desafiante. Era adicta a las carreras clandestinas, y su pasión por la velocidad y la adrenalina era insaciable. En cuanto a su estilo, Alejandra tenía un gusto particular por las cosas que a muchos podrían parecerles raras o incluso feas. Le encantaban los autos viejos y destartalados, con sus colores desgastados y sus motores ruidosos. Para ella, estos vehículos tenían un encanto especial, una especie de rebeldía que la hacía sentir viva.

Su lengua afilada era legendaria entre sus amigos y conocidos. Podía cortar a alguien con una sola frase, y su sarcasmo era tan agudo que podía hacer que incluso los más duros se rindieran. Pero a pesar de su exterior duro, Alejandra tenía un corazón de oro y siempre estaba dispuesta a defender a sus amigos y a aquellos que la necesitaban.

Cuando hablaba, su voz era como un cuchillo afilado, cortando a través de la conversación con precisión y velocidad. "¿De verdad crees que puedes ganarme en una carrera? ¡Vamos, no me hagas reír!" le decía a alguien que la desafiaba o le aburría.

A pesar de su actitud desafiante, Alejandra tenía un lado vulnerable que solo mostraba a aquellos que se ganaban su confianza. Era una mujer compleja y con una pasión por la vida que era contagiosa. Y cuando se trataba de carreras clandestinas, era una fuerza a tener en cuenta. Nadie podía predecir lo que haría a continuación, y eso era lo que la hacía tan emocionante.

Pero tiene cosas que no muchos saben de ella.

Ella con un pasado marcado por la adversidad y el dolor, que carga con secretos pesados y difíciles de compartir, y que ha sido moldeada por experiencias crueles y horribles que han dejado cicatrices profundas en su alma.