Madsen, Antonio o Fenómeno; daba igual el nombre con el que intentaran definirlo. Al final, no era más que un alma hecha pedazos, un cuerpo andando por inercia, un eco de lo que alguna pudo ser. Un chico roto, reducido a fragmentos que ya no encajaban entre sí, ni con el mundo. Hasta que llegó ella.
Lluvia.
Imprudente, impredecible, necesaria. Una presencia que no pidió permiso para entrar, y que sin saberlo, tocó lo único que aún latía en él: el deseo de sentir, de ser visto, de existir.
Pero Madsen estaba hecho de tormenta. Nacido para destruir lo que amaba, condenado a arrasar con todo lo que lo tocara. Y ella, ella que era lo único puro que le quedaba por arruinar, no lo supo a tiempo. Porque el amor, en él, siempre tuvo forma de herida. De devastación.
Mía solo quería pasar desapercibida en North View High. Entre tardes trabajando en la cafetería, tareas atrasadas y tomar fotografías para el periódico escolar, lo último que esperaba era enamorarse de Samantha Larson: la chica perfecta, capitana del equipo de futbol de St. Vincent High, inalcanzable... y aparentemente en pareja con Violet Rae, la reina del instituto.
Impulsada por sentimientos que no se atrevía a confesar, Mía escribió una historia anónima sobre un amor imposible inspirada en Samantha. Lo que nunca imaginó fue que aquella historia se haría viral, que todos buscarían al autor misterioso y que InstaPop (la cuenta de chismes más temida del colegio) convertiría su vida en un espectáculo público.
Mientras el rumor crece, los límites entre ficción y realidad se desdibujan. Mía deberá enfrentarse a sus propios miedos, decidir si quiere seguir escondida y descubrir si el amor que parecía imposible podría tener una oportunidad fuera de las páginas que escribió en secreto.