William tiene veinte años, es estudiante de Música, alegre, travieso y con un departamento lleno de guitarras, consolas y peluches. Est tiene veinticuatro, es estudiante de Derecho, serio, responsable y a punto de graduarse. Son novios, viven juntos... y a medio campus todavía le parece imposible entender cómo esa pareja funciona.
Todos dicen que William parece un niño mimado, que se ganó la lotería al estar con Est. Pero lo que nadie sabe es que, detrás de la seriedad de Est, hay un Phi que sonríe solo para él.
Entre pasteles, desayunos, videojuegos y comentarios de amigos entrometidos, esta es la historia de cómo un Nong inquieto y un Phi responsable descubren que el amor se construye con lo más simple; reír juntos todos los días.
• Capítulos cortos.
• 100% mía.
• No copias, no adaptaciones.
Entre risas en la cocina, madrugadas con biberones y caricias silenciosas bajo una manta, Harry y Draco descubren que el amor no siempre viene con batallas épicas ni grandes declaraciones.
A veces, basta un susurro en la noche, una siesta compartida o una carta de Hogwarts en la mesa del desayuno.
En esta colección de momentos -sin orden, sin prisas- viajamos por recuerdos sueltos, pequeños destellos de lo que fueron, lo que son, y lo que jamás dejarán de ser:
Una familia. Un hogar. Unos adolescentes enamorados. Un amor que hace del instante, una eternidad.
Cada capítulo es una escena única, un abrazo al alma para quienes creen que el amor se encuentra en los detalles más simples.