The broken angel

Lilith era hermosa a su manera: frágil, obsesiva, pintando mundos que nadie entendía y bailando hasta que los pies le sangraban.
Pero nunca fue suficiente.
No mientras su hermana existiera.

Su hermana -perfecta, luminosa, con la sonrisa que todo lo conseguía- parecía hecha para el escenario.
Donde Lilith era sombra, ella era luz.
Donde Lilith buscaba amor, ella ya lo tenía todo.
Y aún así, las dos compartían la misma jaula de espejos: el ballet.

Las noches se volvían soportables solo por Theo, el vecino de la ventana de enfrente.
Él la miraba como si ella fuera un secreto que debía protegerse.
Pero ni siquiera el amor podía salvarla de la audición que cambiaría todo.

Cuando la perfección eligió a la persona equivocada,
Lilith comprendió que la belleza también puede ser enfermiza.
Que entre hermanas no siempre hay cariño,
a veces solo hay cuchillas escondidas.