
«Dios, quítame la vida, quítale la vida a esta pobre sierva, llévame contigo.» El alma es corruptible; no ha habido ninguna pura, menos con un número de desgracias y una vida tan miserable. Helen era el ser más puro que había existido sobre la faz de la Tierra. Su petición llamó la atención de Dios, quien comenzaba a experimentar transgresiones, deseando ir en contra del todo: Él mismo.All Rights Reserved