
Desde el primer instante, Gavi y pedro supieron que estaban destinados a estar juntos. Su amor floreció rápidamente, llenando sus vidas de risas y complicidad. Sin embargo, con el tiempo, pedri comenzó a sentir que algo cambiaba. El brillo en los ojos de gavi se atenuaba, sus besos perdían intensidad y sus conversaciones se volvían superficiales. Pedri, temiendo perder a su amado, fingió que todo estaba bien, esperando que el amor volviera a encenderse. Pero un día, Gavi confesó que ya no sentía lo mismo. El mundo de pedri se derrumbóAll Rights Reserved
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