Ben Walker es un chico carismático y sincero, a menudo malinterpretado como una persona rencorosa y grosera. Sin embargo, posee un gran corazón y un profundo sentido de la responsabilidad. Su vida había transcurrido de manera predecible en los últimos cinco años, aferrándose al pasado sin cambios significativos. Pero su historia da un giro de 180° cuando conoce al nuevo estudiante, Cristopher Álvarez, un chico solitario y malhablado.
Desde el principio, no logran llevarse bien, llegando incluso a aborrecerse mutuamente. No obstante, el destino parece decidido a unirlos, a pesar de su resistencia. Se convierten en compañeros de asiento, comparten el mismo autobús, viven en el mismo vecindario e incluso se cruzan en lugares fuera de la escuela. Aunque lo deseen o no, estos chicos terminan conectando entre sí, lo que inevitablemente les llevará a conocerse mejor, a establecer un vínculo más profundo y a superar juntos sus pasados.