Arpegios del corazón // Pato Sardelli
13 parts Ongoing Su cabello cubría parte de su rostro mientras rasgaba con lentitud las cuerdas de su criolla, sus cejas casi tocándose entre si y un pico en su boca, se notaba a leguas que disfrutaba esa pequeña burbuja que forma para si mismo, bueno, para él y su guitarra.
Cuando buscaba clases de guitarra entre y me anoté al primero que me apareció en Google, no revisé nada, no me fijé nombre, edad, miembros, estrellas. Absolutamente nada. Solo quería usar esa guitarra criolla que me regaló mi papá a mis quince años después de obsesionarme con los solos de Slash y bueno, con One Direction también, fue una obsesión en conjunto.
La primera vez que entre a la clase estaba vacía, mire la dirección en mi celular y definitivamente no me había equivocado, era acá. Mire hacia ambos lados del pasillo y finalmente entre frenandome de golpe al verlo a él sentado solo en el medio de la sala, con una armónica haciendo sonar alguna melodía que no reconozco, en una banqueta alta donde tenía apoyado un pie en una de las barras de metal que las cruzaba y otro pie en el piso. Vestía un jean que en algún momento fue negro y ahora estaba desgastado casi gris, unos borcegos negros con cadenas, una remera blanca y arriba una campera de cuero. Algunos anillos en sus dedos y un par de aritos colgantes en sus orejas. Y hasta el día de hoy no tengo palabras para describir la belleza que porta su rostro, sus cejas pobladas con un corte en ellas, su barba desprolija, su boca carnosa y cuando sonríe, dios. Esa sonrisa que me hizo sonreír a mi también, el roto de uno de sus dientes lo hace ver tan lindo, tan tierno, tan inocente.
- ¿Dona? -pregunto cuando me vio tildada ensimismada en mis pensamientos. Sacudí levemente mi cabeza esfumando el nublado de mis ojos y agarre con fuerza la guitarra en mis manos.- Te fuiste, ¿Vamos de nuevo?
- Mara, Patricio, mi nombre es Mara. -me senté bien haciendo ruido en la silla frente a él.
- Se, se, como digas. -me hizo un gesto co