La Maldición De La Princesa

"Nacida en oro,
hija de un amor que en mí fue traición,
te condeno, princesa.

Cuando el anochecer rompa el velo,
perderás tu piel.
Serás cisne de blancas alas,
hermoso señuelo de caza,
presa de todo hombre que te mire,
objeto de su deseo,
cautiva de su ambición..."

La magia llenó la estancia mientras la mujer pronunciaba cada palabra. Los presentes, prisioneros de su hechizo, solo podían contemplar con pánico. El llanto de Olivia crecía, incapaz de comprender que aquel día su destino había sido sellado para siempre.

Dorainés Tapia
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