
Sin un rumbo fijo, Shadow pasa sus días en conciertos y bares, con la esperanza de ahogar su vacío entre botellas de whisky. Sin previo aviso, un joven con ojos tan brillantes como las esmeraldas se cruza en su camino, con una voz tan bella que cautivo su perdido corazón. Con deseo de grandeza, Sonic había pasado los últimos 2 años trabajando en bares con la esperanza de conseguir la atención de alguien que apreciara su talento. En una de sus presentaciones se encontró con unos ojos tan bellos como las estrellas, un rojizo sangre. No sabía que esos ojos lo cambiarían para siempre. Entre letras, ritmos, bailes, risas, y conciertos. La vida volvió a brillar.All Rights Reserved