Alma es una joven doctora que se ve atrapada entre el deber y el deseo de escapar, una que se siente condenada a estar en el lugar que menos desea. Una que detrás de sus ojos esconde a una persona que siempre busca respuestas, unos siempre atentos y observadores.
Es una mujer que busca satisfacer los deseos de los demás, una que vive en un molde de perfección que no es propio de ella. Su madre la empujó a un mundo que no es suyo, uno donde las batas blancas ni los diagnósticos pueden llenar. Su vida se convirtió en una rutina que sigue en modo automatizado, hasta que Lucía aparece, y con ella, la chispa de un deseo que Alma no sabe cómo controlar.
Lucía es una mujer de belleza desconcertante. Tiene unos ojos de un color tan profundo que parecen vacíos, y a la vez, llenos de misterio. Su mirada no transmite vulnerabilidad, sino una seguridad fría y calculadora.
Es una persona que parece tenerlo todo bajo control, incluso cuando ella es el caos absoluto. Si sonríe, es porque ha calculado que eso es lo que más impactará en el momento. Es la típica mujer que, sin hablar demasiado, se adueña de una habitación con su sola presencia.
Lucía no cree en el amor en su forma tradicional. Para ella, las personas son herramientas, medios para conseguir un fin. Sin embargo, siente una atracción profunda por Alma, pero no por el amor romántico que el mundo espera. Se siente atraída por su vulnerabilidad, por lo que puede manipular en ella. La presencia de Alma pone a Lucía en un estado de alerta constante, porque, aunque en su mundo todo sea calculado y controlado, Alma representa una grieta en su armadura, algo que no puede predecir ni controlar completamente. Lucía sabe cómo jugar con las emociones de los demás, pero con Alma todo cambia. La curiosidad se vuelve peligrosa en Lucía, y lo que comienza como un juego se convierte en una obsesión.
En un hospital de Miami, donde cada segundo puede significar la vida o la muerte, dos mujeres tan distintas como el fuego y el hielo se enfrentan todos los días.
Camila, una joven paramédica marcada por la tragedia, llega con la esperanza de salvar vidas y honrar la memoria de sus padres. Lauren, la exigente hija del dueño del hospital, ha crecido bajo el peso de la perfección y la presión familiar.
Ambas chocan desde el primer encuentro, incapaces de tolerarse... pero en un mundo donde la pasión y el peligro laten al mismo ritmo, el corazón siempre encuentra su propio código rojo.