
La sonrisa de mi hermana era lo único que me mantenía en pie después de perderlo todo. Desde que nuestros padres murieron, juré protegerla, cuidarla, darle una vida normal aunque me costara la mía. Pero todo cambió el día que fuimos al parque junto al monte Lebú... ese lugar donde las leyendas hablan de sombras que devoran el alma. Primero fueron los susurros. Después, las pesadillas. Y pronto, la risa de Mina ya no era la misma. Lo que traje de vuelta del monte no era a mi hermana. Era algo más. Un huésped que jamás debió entrar en nuestra vida...All Rights Reserved