Para Ángel, mudarse con su madre Mari y su hermana pequeña Greta a una vieja casa novecentista en un pueblo de carretera es el inicio que necesitan. Su madre restauradora de profesión, está convencida de la nueva vivienda es un lienzo en blanco, que les servirá para crear un nuevo hogar, enterraran los miedos y fantasmas de su pasado.
Sin embargo, la casa guarda una habitante que se niega a cualquier cambio y se aferra al pasado: Greta, la hija menor. Un día, en el desván, hace un hallazgo inocente y un poderoso aliado: once espejos antiguos. Desde ese momento, la familia se ve atrapada en una espiral de accidentes inexplicables, pesadillas sofocantes y un acelerado deterioro físico y mental.
Mientras Ángel y Mari luchan por confrontar sus propios miedos y traumas, Greta, cada vez más obsesionada con los espejos y con las promesas que le susurran, se ve arrastrada hacia un sendero oscuro. Ese camino, hecho de rituales prohibidos y fuerzas que escapan a su comprensión, la conducen poco a poco hacia la poderosa presencia que aguarda al otro lado del reflejo.