Leia Kael es la Capitana. Fría, precisa, el ejecutor perfecto del fútbol. Su cuerpo es una máquina de alto rendimiento, la prueba de que en la Élite, el control es invencible. Ella huyó de un pasado de miedo, y lo único que ha domesticado su caos es la disciplina.
Pero su orden se hace añicos con el regreso de River Fontaine, la única jugadora que encarnó la furia indomable que Leia tanto temía. River no vuelve por el juego; regresa con una deuda familiar que saldar y una amenaza que no se entrena en el campo.
Cuando los golpes se cruzan y la lealtad se convierte en chantaje, las dos rivales se verán forzadas a la alianza más explosiva: su única forma de ganar es unirse.
En un lugar donde el cuerpo debe obedecer a las reglas, el corazón recuerda la única verdad: el verdadero enemigo no está en el marcador. Está en la oscura conspiración que paga el precio de su perfección.