Jiang Bingzhu es un joven maestro humano común y corriente.
Él regresó del campo, sin experiencia, sin conocimientos, callado y sin nada destacable. Sus padres y hermanos preferían al falso joven maestro.
Hicieron arreglos para que Jiang Bingzhu se transfiriera a una escuela aristocrática que favorece a los poderosos e intimida a los débiles, y lo inscribieron en la clase A, la clase más inmanejable de la escuela, dejándolo para que se valga por sí mismo.
Luego, lo extraño y siniestro invadió.
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La clase A una vez fue transportada a un continente caótico, salvaje y locamente desordenado.
Allí habia cultos secretos, monstruos y, lo más aterrador de todo, el abismo donde residen los dioses.
Después de regresar al mundo normal, decidieron usar sus poderes especiales para proteger el mundo, pero... ¡¿qué pasa con ese nuevo estudiante transferido débil y común?!
Para asustar a Jiang Bingzhu, quién estaba obstaculizando su misión de salvar el mundo, la Clase A hizo todo lo posible, pero...
Cuando ellos despertaron los miedos más profundos de la humanidad, el estudiante transferido permaneció inexpresivo;
Cuando tejieron pesadillas de maldad y caos, el estudiante transferido permaneció indiferente;
Cuando estaban rodeando y matando a las extrañas criaturas, ¡su plan salió mal y de repente apareció un monstruo aún más poderoso!
Todos estaban al borde del colapso y listos para una batalla desesperada, cuando Jiang Bingzhu apareció en la puerta del salón.
"Lo siento"
Pasó por encima del indescriptible monstruo y preguntó angustiado: "¿Alguien ha visto mi pez dorado?"
Clase A: ? ? !
Después de descubrir de que Jiang Bingzhu era una persona con habilidades especiales, los estudiantes de la Clase A preguntaron sobre su origen.
Pero cada vez obtenían la misma respuesta con dos palabras: El Abismo.
Clase A: ...Deja de fingir, bro.
Dicen que nadie sobrevive a Derry sin quebrarse un poco.
Dicen que todos aquí tenemos cicatrices que no se ven.
Y yo pensaba que eso era todo... hasta que Teddy Uris decidió ser la única excepción a mi miedo.
Teddy me cuidaba cuando las noches se volvían demasiado silenciosas.
Me tomaba la mano cuando el viento parecía susurrar mi nombre.
Él me enseñó que incluso en un pueblo maldito, todavía podía existir algo cálido, algo real.
Pero Derry no soporta lo que brilla.
Nos sigue, nos observa, nos persigue.
Y cada vez que Teddy me mira, siento que el pueblo entero quiere arrancármelo.
No sé si sobreviviremos a lo que acecha en las sombras.
Pero si Derry quiere llevarse a alguien...
tendrá que llevarnos a los dos...