
Jungkook nunca pensó que dejar su manada significaría perder también un poco de su calma. La ciudad era un caos: luces, ruidos, gente por todas partes... y, sobre todo, un omega que no se parecía en nada a los que había imaginado. Jimin no era delicado, ni tímido, ni necesitaba que nadie lo cuidara. Tenía, tatuajes, risas estridentes y una actitud que desafiaba cada regla que Jungkook creía saber sobre omegas. Y, por alguna razón, eso lo hacía imposible de ignorar. ★Jungkook alfa; Jimin Omega. ★Destinados. ★Un poco de drama. ★Mucho fluff.All Rights Reserved